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Hablamos de la felicidad

Escucha fuerte:

Últimamente escucho en mucho podcast, entrevista, canal de youtube, newsletter, etc. hablar de la felicidad.

En muchos podcasts de emprendedores le preguntan al entrevistado qué es la felicidad para él.

Yo soy de la opinión de que hay muchos conceptos de felicidad.

Hay muchas maneras de entender la felicidad.

Incluso para los que entienden lo mismo por felicidad, hay distintas opiniones sobre cómo alcanzarla.

Sobre lo que opinan algunos, sobre estudios,… distintos puntos de vista y opiniones simplemente para que las leas y reflexiones.

Probablemente estarás de acuerdo con algunos y en desacuerdo con otros.

Eso será genial, porque querrá decir que tienes criterio propio.

Empezamos con la opinión de Michel de Montaigne.

El tipo que básicamente inventó el blog personal antes de que fuera siquiera se pudiera alguien imaginar que internet existiría algún día.

Este filósofo del Renacimiento tenía algunas ideas bastante adelantadas para su época, especialmente cuando se trataba de la felicidad.

Montaigne era el tipo de persona que probablemente diría que la clave para ser feliz es dejar de obsesionarse con lo que los demás piensan de ti y simplemente disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

En su tercer volumen de ensayos, titulado ‘De la soledad’, Montaigne lanza la bomba de que ser libre significa vivir de una manera que sea auténtica para ti, sin estar encadenado por las expectativas de los demás.

Y dirás, pues vaya bomba…qué decepción.

Sí, hoy sí, pero imagínate, en el siglo XVI diciendo, «Oye, la felicidad viene de hacer lo tuyo y no preocuparte por el juicio ajeno». Bastante moderno, ¿no?

Pero Montaigne no se detiene ahí. También advierte sobre el peligro de estar demasiado tiempo en compañía, diciendo que es tan peligroso como un virus (y sí, está hablando metafóricamente mucho antes de que supiéramos lo que era un virus informático).

Para él, pasar demasiado tiempo buscando la aprobación de los demás es como encadenarse a sí mismo a cosas materiales: te hace pequeño y te esclaviza emocionalmente.

Sin embargo, Montaigne no era un ermitaño en el sentido moderno de la palabra; simplemente creía en la importancia de resistir la presión social y el deseo de aprobación. Según él, podemos encontrar una alegría genuina en las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como disfrutar de un buen libro o de la compañía de un amigo.

No necesitas ser una celebridad para ser feliz; de hecho, la obsesión con la fama y la gloria solo te complica la vida.

Montaigne también es bastante crítico con la búsqueda de la gloria por sí misma, argumentando que a menudo no tiene nada que ver con el mérito y puede ser más una cuestión de suerte.

Además, sugiere que debemos vivir en el momento presente, sin angustiarnos demasiado por el pasado o el futuro, porque, al final del día, «el pasado ya no nos pertenece y el futuro aún no ha llegado».

Así que ahí lo tienes: según Montaigne, si quieres ser feliz, deja de preocuparte por lo que piensen los demás, disfruta de las pequeñas cosas y vive en el momento. Básicamente, es como el gurú del bienestar del siglo XVI, pero sin Instagram (aunque si entras en IG y buscas Michel de Montaigne, te saldrán un montón de cuentas).

P.D. Además de lo que decía el bueno de Michel, igual la felicidad está detrás del botón naranja de abajo.

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