¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo la gratitud y la felicidad están conectadas?
Es algo muy simple y a la vez poderoso.
Cuando agradecemos, no solo reconocemos lo bueno que tenemos, sino que también entrenamos nuestra mente para ver lo positivo en cada situación.
Y eso nos hace más felices, ¡así de simple!
Escucha fuerte y piensa fuerte:
Cada vez que agradeces algo, tu cerebro libera dopamina y serotonina, los mismos químicos que te hacen sentir bien.
Es como un entrenamiento mental para la felicidad. Agradecer cada pequeño detalle puede transformar tu perspectiva y hacer que incluso los días difíciles sean más llevaderos.
Yo lo intento poner en práctica (cuando me acuerdo).
La verdad es que no lo hago todo lo que debería, pero estoy trabajando en ello.
Cada día un poco más.
Tengo algún post-it por casa con cosas de estas, a ver si dándome de frente con ello me acuerdo…
Así que, la próxima vez que te sientas un poco desanimada, de bajón, intenta hacer una lista de cosas por las que estás agradecido. No importa lo pequeñas que sean.
Puede ser el café de la mañana o simplemente el hecho de que hoy estás aquí, leyendo esto y que eso te hace tener una serie de opciones que otra gente no tiene.
Porque lo que hay aquí dentro, todo esto de lo que te hablo a diario, honestamente creo que es para dar las gracias.
Al menos para conocerlo.
Y si no te gusta, para tener claro al menos que no te gusta. Pero tienes la posibilidad.
«No es la felicidad la que nos hace agradecidos, es la gratitud lo que nos hace felices» – David Steindl-Rast
¡Vamos, que es Tu Momento!
P.D.1 De momento, el vídeo donde puedes ver cómo es una clase entera, sigue aquí disponible.
